Pedro Calderón de la Barca
Pedro Calderón
de la Barca (Madrid, 17 de enero de 1600-ibidem, 25 de mayo de 1681) fue un escritor español,
caballero de la Orden de Santiago, conocido
fundamentalmente por ser uno de los más insignes literatos barrocos del Siglo de Oro,
en especial por su teatro.
Biografía
Pedro Calderón de la Barca y Barreda
González de Henao Ruiz de Blasco y Riaño nació en Madrid el
viernes 17 de enero de 1600 y fue bautizado en la parroquia de San Martín. Su
padre, Diego Calderón, era hidalgo de origen montañés (Viveda, Cantabria);
heredó de su padre el cargo de secretario del Consejo y Contaduría Mayor de
Hacienda, y sirvió en él a los reyes Felipe II y Felipe III. Su padre se casó en 1595 con Ana María de Henao,
perteneciente a una familia también de origen noble.1
Pedro fue el tercero de los seis hijos que el matrimonio alcanzó a tener (tres
varones y tres mujeres, de los que solo cuatro pasaron de la infancia: Diego,
el primogénito;nota 1
Dorotea —monja en Toledo—;nota 2
Pedro y Jusepe o Josénota 3nota 4
Estos hermanos estuvieron siempre bien avenidos, como declaró Diego Calderón en
su testamento (1647):
Siempre nos hemos
conservado todos tres en amor y amistad, y sin hacer particiones de bienes...
nos hemos ayudado los unos a los otros en las necesidades y trabajos que hemos
tenido.3
Sin embargo tenían también un hermano
natural, Francisco, que ocultaron bajo el apellido de "González" y
fue expulsado de la casa paterna por don Diego, aunque este dejó escrito en
1615 que se le reconociera como legítimo a no ser que hubiera contraído matrimonio
"con esa mujer con quien trató de casarse", en cuyo caso sería
desheredado.4
D. Pedro Calderón
de la Barca
Caballero del Orden de Santiago, Capellán de Honor de S. M. y de Reyes Nuevos en Toledo, Poeta Cómico en quien compitió la invención ingeniosa, con la urbanidad y belleza del Lenguaje. Nació en Madrid año 1601, y murió allí a los 81 años.
Caballero del Orden de Santiago, Capellán de Honor de S. M. y de Reyes Nuevos en Toledo, Poeta Cómico en quien compitió la invención ingeniosa, con la urbanidad y belleza del Lenguaje. Nació en Madrid año 1601, y murió allí a los 81 años.
El linaje de los Calderón de la Barca
es muy antiguo y amplio. El padre fray Felipe de la Gándara escribió un libro sobre
esta materia en 1661, cuyo capítulo XII.º "De los Calderones de Sotillo, en la jurisdicción de Reinosa",
está dedicado a la rama a la que pertenece el dramaturgo. El escudo de la
familia consistía en cinco calderones negros en campo de plata y por orla ocho
aspas de oro en campo de gules; portaba el lema "Por la fe moriré".5
Empezó a ir al colegio en 1605
en Valladolid,
porque allí estaba la Corte, pero el padre, de carácter autoritario, decidió
destinarlo a ocupar la capellanía de
San José en la parroquia de San Salvador que había reservado la abuela Inés de
Riaño y Peralta al hijo mayor de la familia que fuese sacerdote.6
Ya en Madrid,
la familia se instaló en 1607 en unas casas de la calle de las Fuentes que
hacían esquina a la bajada a los Caños del Peral. Pedro Calderón ingresó en
el Colegio Imperial de los jesuitas de Madrid en
1608, situado donde ahora se encuentra el Instituto San Isidro, y allí
permaneció hasta 1613 estudiando gramática, latín, griego y teología. Cuando ya
llevaba dos años, falleció su madre de sobreparto, así como la niña a que dio a
luz (22 de octubre de 1610)7
En 1613 falleció la abuela Inés de Riaño y se abrió su testamento, en que
declaraba su voluntad de que el mayor de sus nietos ocupase la citada
capellanía. Don Diego desenviudó al casarse en segundas nupcias en 1614 con la
dama Juana Freyle Caldera, de buena pero empobrecida familia; pero también el
padre falleció súbita e inesperadamente al año siguiente, el 21 de noviembre de
1615. Por este motivo Pedro, que había ingresado en laUniversidad de Alcalá el
año antes, tuvo que interrumpir sus estudios para que se leyeran las abusivas
cláusulas del testamento, que indispusieron a los hermanos contra su madrastra,nota 5
con la que entablaron un pleito aun siendo menores de edad (el mayor, Diego,
tenía diecinueve años, pero la mayoría de edad se otorgaba entonces a los
veinticinco), fallado con un concierto fechado en Valladolid en 1618.8
Doña Juana se volvió a casar y los hermanos quedaron desde 1616 bajo la tutela,
educación y manutención de su tío materno Andrés Jerónimo González de Henao. En
el ínterin, el futuro poeta marchó a la Universidad de Salamanca (1615),
donde en 1619 se graduó de bachiller in utroque, esto es, en derecho canónico y civil, sin llegar a
ordenarse como había deseado su padre. En 1621 participó en el certamen poético
habido con motivo de la beatificación de San Isidro y
posteriormente en el de su canonización,
en 1622, y ganó un premio tercero.
Decidió dejar los estudios religiosos
por la carrera militar y llevó una vida algo revuelta de pendencias y juego.
Hubo también problemas en el ámbito familiar, pues los hermanos hicieron
declaración oficial en 1621 de su estado de penuria y tuvieron que vender un
censo o renta de bienes heredados para poder subsistir.nota 6
Además, en el verano de ese mismo año él y sus hermanos anduvieron enredados en
el homicidio de Nicolás Velasco, hijo de Diego de Velasco, criado del
condestable de Castilla, y tuvieron que refugiarse en casa del embajador de
Austria hasta que lograron un concierto con los querellantes que exigió el pago
de una crecida indemnización.9
Acaso por estas estrecheces económicas tuvo Pedro que entrar al servicio
del duque de Frías, con quien viajó por Flandes y el norte de Italia entre 1623 y 1625 participando en
varias campañas bélicas, según su biógrafo Juan de Vera Tassis,10
aunque falta documentación que lo confirme, y en 1625 marchó como soldado al
servicio del Condestable de Castilla. Su primera
comedia conocida, Amor, honor y poder, fue estrenada con éxito en
Palacio con motivo de la visita de Carlos, príncipe de Gales, el 29 de junio de
1623, por la compañía de Juan Acacio Bernal; siguió
en ese mismo año Judas Macabeo, representada por la de Felipe Sánchez de Echeverría,
así como otras muchas; en 1626 el primogénito Diego Calderón, ya mayor de edad,
pudo vender el oficio de Secretario del Consejo de Hacienda de su padre en la
persona de Duarte Coronel a cambio de 15.500 ducados; con ello la familia logró
salir de sus apuros económicos.
Desde 1625, fecha de su comedia La
gran Zenobia, representada por la compañía de Andrés de la Vega,
Calderón proveyó a la Corte de un extenso repertorio dramático: El
sitio de Bredá (1626), El alcalde de sí mismo (1627), La
cisma de Ingalaterra (1627), y, en 1628, Saber del mal y el
bien, Hombre pobre todo es trazas, Luis Pérez, el
gallego, y El Purgatorio de San Patricio; pero, en 1629, el
irrumpir con sus hermanos en sagrado persiguiendo a un actor, concretamente en
el Convento de las Trinitarias de
Madrid, donde se encontraba la hija de Lope, le causó la enemistad del monarca
de la escena cómica, Lope de Vega, y del famoso orador sagrado
gongorino fray Hortensio Félix Paravicino. Calderón
correspondió a los ataques de este último burlándose en un pasaje de su
comedia El príncipe constante, escrita en ese año,
al igual que La dama duende, su primer gran éxito.nota 7
En 1630 ya era lo bastante famoso como para que Lope de Vega elogiara
su talento poético en El laurel de Apolo y en 1632 se ganó
también las alabanzas de Juan Pérez de Montalbán en su Para
todos. Ejemplos morales.
Con estas y otras comedias fue
ganándose incluso el aprecio del mismísimo rey Felipe IV, quien empezó a hacerle encargos para
los teatros de la Corte, ya fuera el salón dorado del desaparecido Alcázar o el recién inaugurado Real Coliseo del Buen Retiro, para cuya
primera función escribió en 1634 El nuevo Palacio del Retiro.
Asimismo, eclipsada ya la estrella de Lope en los teatros, se ganó el aprecio
del público en general en la década de los treinta con sus piezas para
los corrales de comedias madrileños de
la Cruz y del Príncipe. En 1635 fue nombrado director del
Coliseo del Buen Retiro y escribió El mayor encanto, Amor, entre
otros muchos y muy refinados espectáculos dramáticos, para los cuales contaba
con la colaboración de hábiles escenógrafos italianos, como Cosme Lotti o Baccio del
Bianco, y expertos músicos para las primeras zarzuelas que
se escribieron, como Juan Hidalgo. En estos encargos palatinos
cuidaba de todos los aspectos y detalles de la representación y asistía además
a los ensayos. En 1636 solicitó y obtuvo del rey el hábito de caballero de
la Orden de Santiago, para cuyo disfrute fue
necesario solicitar dispensa del papa Urbano VIII,
ya que su padre había ejercido el cargo manual de escribano, y su amigo y
discípulo Vera Tassis publicó la Primera parte de
sus comedias y al año siguiente la segunda, hasta las nueve que llegó a
imprimir, si bien se conservan otras tres impresas por editores menos
cuidadosos. En 1677 apareció, además, la primera parte de sus autos
sacramentales.
Aunque se suele decir que se
distinguió como soldado al servicio del almirante de Castilla Juan Alonso Enríquez de Cabrera durante
la lucha contra el sitio de Fuenterrabía (1638) que había
sido puesto por el duque de Enghien, futuro príncipe de Condé, no está demostrado
documentalmente según Ángel Valbuena-Briones; lo cierto es que
participó su hermano José, quien fue herido en la pierna derecha; sí es verdad
que Pedro Calderón compuso entonces un Panegírico dedicado al
citado caudillo de las tropas españolas.nota 8
Por el contrario, sí participó en la guerra de secesión de Cataluña (1640)
en la compañía de caballería de coraceros al mando de Álvaro de Quiñones. Estuvo
en la toma de Cambrils y fue herido en una mano en una escaramuza cerca
de Vilaseca,
aunque la guerra no era menos peligrosa que la estancia en el mundo teatral de
la Corte: poco antes, en ese mismo año de 1640, mientras se ensayaba una de sus
comedias para los carnavales en el palacio del Buen Retiro surgió una
disputa, hubo cuchilladas y Calderón fue herido también, algo que señala José Pellicer de Ossau en uno de sus Avisos,
el del 20 de febrero en concreto.11
Entró victorioso en Tarragona y se portó con valentía en el asalto a Martorell;
tras intentar asediar Barcelona, tuvieron que volver otra vez en Tarragona,
donde Calderón soportó con entereza el asedio de franceses y catalanes sufriendo
hambre y viendo morir de la misma a varios compañeros. Al fin el 20 de agosto
de 1641 se logró rechazar el sitio y Pedro Calderón volvió a la Corte a
informar al conde-duque de Olivares en calidad de
correo de Su Majestad. Participó luego en fracasado intento de tomar Lérida (otoño
de 1642) como cabo de escuadra en la compañía de guardas reales, en la
vanguardia de la caballería dirigida por Rodrigo de Herrera. De su vocación militar
guardó siempre un buen recuerdo, como plasmó en unos famosos versos:
Este ejército que ves / vago al yelo y al calor, / la república mejor /
y más política es / del mundo, en que nadie espere / que ser preferido pueda /
por la nobleza que hereda, / sino por la que él adquiere; / porque aquí a la
sangre excede / el lugar que uno se hace, / y, sin mirar cómo nace, / se mira
cómo procede. / Aquí la necesidad / no es infamia; y, si es honrado, / pobre y
desnudo un soldado, / tiene mejor cualidad / que el más galán y lucido; /
porque aquí, a lo que sospecho, / no adorna el vestido el pecho, / que el pecho
adorna al vestido. / Y así, de modestia llenos, / a los más viejos verás /
tratando de ser lo más / y de parecer lo menos. / Aquí, la más principal /
hazaña es obedecer; / y el modo cómo ha de ser / es ni pedir, ni rehusar. / Aquí,
en fin, la cortesía, / el buen trato, la verdad, / la firmeza, la lealtad, / el
honor, la bizarría, / el crédito, la opinión, / la constancia, la paciencia, /
la humildad y la obediencia, / fama, honor y vida son: / caudal de pobres
soldados; / que, en buena o mala fortuna, / la milicia no es más que una /
religión de hombres honrados.
P. Calderón, Comedia famosa. Para vencer a amor, querer vencerle,
Valencia, 1689, pero escrita en 1650
Por entonces se amplía el palacio del
Retiro y se construye un gran estanque de agua, en cuya isla central estrenará
en 1640 Certamen de amor y celos. Pero, herido durante el citado
sitio de Lérida,
obtuvo la licencia absoluta o retiro en 1642 y en 1645 una pensión vitalicia de
treinta escudos mensuales como recompensa no solo de sus servicios, sino de los
de su fallecido hermano José en Cataluña, aunque se pagó malamente y tras
reiteradas reclamaciones del poeta. Estrena sus obras más ambiciosas, las que
requieren música (zarzuelas) y más escenografía.
Calderón es por entonces un discreto pero activo cortesano y llega a
convertirse en un personaje muy respetado e influyente, modelo para una
generación entera de nuevos dramaturgos e incluso para talentos tan grandes
como los de Agustín Moreto y Francisco Rojas Zorrilla, sus más
importantes discípulos. Es más, a partir de 1642 una importante serie de
autores franceses empiezan a imitar sus dramas y comedias sin empacho,
destacando en especial por su constancia Antoine Le Métel d'Ouville, Thomas Corneille y François Le Métel de Boisrobert, mientras
que otros imitan solo piezas sueltas.
Monumento a
Calderón en Madrid(Joan Figueras Vila, 1878)
A mediados de los cuarenta,
decretados sucesivos cierres de los corrales de comedias a causa de los
fallecimientos de la reina Isabel de Borbón (entre
1644 y 1645) y del príncipe Baltasar Carlos (entre 1646 y 1649),
así como por las presiones de los religiosos moralistas contrarios al teatro,
desde 1644 hubo un lustro sin teatro. Fallecidos sus hermanos José (1645)nota 9
y Diego (1647), a los que tan unido estaba, el dramaturgo se sumió en una
crisis que coincide con la de España, entre la caída del conde-duque de Olivares (1643) y la firma en 1648 de la Paz de Westfalia.
Es más, hacia 1646 nace su hijo natural, Pedro José,12
y Calderón ha de replantearse su vida.
Cesaron las crisis interior y
exterior al reabrirse los teatros en 1649 y al convertirse durante unos años
(de 1646 a 1649) en secretario del VI.º duque de Alba, Fernando Álvarez de Toledo y Mendoza,
para lo cual se trasladó a su castillo-palacio de Alba de Tormes;
además, ingresó en los terciarios (Tercera orden de San Francisco) en 1650 y
se ordenó sacerdote en 1651. Poco después (1653), obtuvo la capellanía que
su padre tanto ansiaba para la familia, la de los Reyes Nuevos de Toledo, y, aunque siguió
escribiendo comedias y entremeses, desde entonces dio prioridad a la
composición de autos sacramentales, género teatral que
perfeccionó y llevó a su plenitud, pues se avenía muy bien con su talento
natural, amante de la pintura y de las sutilezas y complejidades teológicas.
Siguió componiendo espectáculos para los reyes en el Palacio del Buen Retiro y para la
fiesta teológica del Corpus, pero ahora se inclina por los temas mitológicos,
huyendo así su fantasía de una realidad tan áspera como la que demuestra el
fallecimiento de su hijo natural Pedro José en 1657 y la firma de la Paz de los Pirineos en 1659. Entonces ya
era el dramaturgo más celebrado de la corte y todavía en 1663 el Rey siguió
distinguiéndolo al designarlo como su capellán de honor, hecho que lo obligó a
trasladar definitivamente su residencia a Madrid; la muerte del monarca en 1665
marcó un cierto declive en el ritmo de su producción dramática. Es nombrado
capellán mayor de Carlos II en 1666. A lo largo de su
trayectoria teatral fue algunas veces importunado por los moralistas que veían
con malos ojos los espectáculos teatrales, y en especial que los hiciera un
sacerdote como él. A ellos les contestó altivamente de esta manera: «O esto es
bueno o es malo; si es bueno, no se me obste; y si es malo, no se me mande».
Al final de su vida sufrió algunas
estrecheces económicas, hasta el punto de que en 1679 se le concedió por cédula
real una ración de cámara en especie para que pudiera abastecerse en la
despensa de palacio "en atención a sus servicios de tantos años a esta
parte y hallarse con tan crecida edad y con muy cortos medios";13
pero con motivo del Carnaval de 1680 compondrá su última comedia, Hado y divisa de
Leonido y de Marfisa. Falleció a las doce y media de la mañana
del domingo 25 de mayo de 1681, dejando a medio terminar los autos
sacramentales encargados para ese año. Su entierro fue austero y poco
ostentoso, como deseaba en su testamento: «Descubierto, por si mereciese
satisfacer en parte las públicas vanidades de mi mal gastada vida».14
Su cuerpo fue enterrado en la capilla de San José de la iglesia de San
Salvador. Así dejaba huérfanos los teatros quien fue considerado uno de los
mejores escritores dramáticos de su época.1516171819202122
Legó sus bienes a la Congregación de sacerdotes naturales de Madrid, a la que
pertenecía. Los madrileños dedicaron a su memoria una hermosa escultura en
mármol de Juan Figueras y Vila que fue situada en la
plaza de Santa Ana en 1880, frente al castizo Teatro Español.
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